domingo, 5 de octubre de 2008

MUSEO MARITIMO DE BILBAO






















El Museo Maritimo engloba dos espacios; el espacio de exposición exterior, que cuenta con unos 20.000 m2 y el espacio de exposición interior que son alrededor de 5000 m2.
El espacio de exposición interior se organiza en tres grandes zonas, que abarcan una serie de temas que en su conjunto, presentan la evolución física de la Ría a lo largo de la historia, y el conjunto de actividades y funciones de las que ha sido escenario y motor, al mismo tiempo. Estas áreas, que actúan más como espacios conceptuales que físicos, se subdividen en una serie de bloques monográficos, que se definen en unos espacios que denominamos Naves.
Zona I. La Ría, puerto marítimo: El recorrido por la exposición se inicia con una presentación física de la Ría de Bilbao, de las transformaciones que ha vivido su cauce para convertirse en puerto y de su vocación marinera.
Zona II. La Ría, mercado y factoría: Esta parte está dedicada a mostrar la actividad que se ha desarrollado en torno a la Ría a lo largo de la historia. Desde su comercio primitivo hasta su boom industrial y naviero.
Zona III. La Ría, astillero naval: Dentro de la actividad industrial de la Ría de Bilbao, la industria naval merece un espacio específico por su importancia; más aún en el marco de un museo marítimo. En esta zona se hace un repaso de los orígenes de la construcción naval en madera hasta los modernos buques de casco de acero, diseñados actualmente por ordenador.
La exposición interior, a pesar de denominarse exposición permanente, tiene una clara voluntad de cambio, y poco a poco, se van introduciendo más piezas de la colección y ampliaciones en sus contenidos. Así mismo, se desarrollan montajes más experimentales dónde se nos invita a conocer mediante nuestra participación (oído, tacto, imaginación...) aspectos más cercanos de la Ría y los oficios que la poblaron.
En cuanto a la exposición exterior se refiere, contamos con los Diques del antiguo Astillero Euskalduna que ya de por sí forman un atractivo indiscutible, pero que aún así se ven complementados con una serie de embarcaciones que forman parte del patrimonio del Museo, las cuales se pueden visitar y nos cuentan sus propias vidas.
El paseo por el fondo del dique es a todas luces recomendable, ya que la visión de los barcos es muy diferente vista desde arriba del muelle, que desde debajo de su casco
Además tenemos la Casa de Bombas, lugar donde se conservan las bombas que abrían y cerraban las compuertas de los diques y que se restaurarán próximamente para su exposición.
La Grúa Carola, con su particular historia, es otro de nuestros elementos expositivos exteriores de gran atractivo.
Siguiendo por el exterior, contamos con una serie de Bodegones de carácter marítimo donde se pueden observar, conocer y tocar, diferentes tipos de anclas, cadenas, boyas, norais, etc.; que están acompañados de una breve explicación sobre su función.
Tanto en la zona interior como en al exterior, están proyectadas áreas de educación, que de momento se traducen en un aula didáctica dentro del edificio, donde los niños pueden desarrollar su creatividad y descubrir su relación con el mar, siempre acompañados de un monitor/a, que les ofrecerá un sinfín de actividades para realizar.

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