Tras años consumidos en proyectos que nunca vieron luz, el antiguo Coliseo Albia afronta una nueva época. El elegante inmueble de la Alameda de Urquijo, escenario durante 46 años de la temporada de la ABAO y epicentro de los estrenos cinematográficos, acabó consumido y en medio de un aire decadente.
Sin abandonar su suerte comercial, enfila el nuevo siglo con nuevos horizontes. Donde antes se proyectaban películas, ahora se podrá jugar, descansar y aparcar el vehículo. Acogerá la nueva sede del Gran Casino Nervión y un hotel que amplía la ya abundante oferta de la ciudad. Juega a su favor la estratégica ubicación del edificio.De estilo italiano e inaugurado en 1916, el Coliseo Albia cambia de forma radical su fisonomía. Seguirá en manos de los mismos dueños -el Circuito Coliseo- que, finalmente, han desistido de amplificar su oferta comercial. Esta compañía barajó en los noventa la posibilidad de su conversión en un complejo de multicines, pero la crisis que se ha cebado en las salas tradicionales urbanas le hizo desistir. Influyó la elevada inversión que debían afrontar. El plan exigía un desembolso superior a los seis millones de euros. También se habló de la posibilidad de acondicionar una macrodiscoteca promovida por empresarios del mundo del espectáculo con intereses en Ibiza y Madrid. Sin embargo, los sucesivos planes fueron cayendo como un castillo de naipes
Sin abandonar su suerte comercial, enfila el nuevo siglo con nuevos horizontes. Donde antes se proyectaban películas, ahora se podrá jugar, descansar y aparcar el vehículo. Acogerá la nueva sede del Gran Casino Nervión y un hotel que amplía la ya abundante oferta de la ciudad. Juega a su favor la estratégica ubicación del edificio.De estilo italiano e inaugurado en 1916, el Coliseo Albia cambia de forma radical su fisonomía. Seguirá en manos de los mismos dueños -el Circuito Coliseo- que, finalmente, han desistido de amplificar su oferta comercial. Esta compañía barajó en los noventa la posibilidad de su conversión en un complejo de multicines, pero la crisis que se ha cebado en las salas tradicionales urbanas le hizo desistir. Influyó la elevada inversión que debían afrontar. El plan exigía un desembolso superior a los seis millones de euros. También se habló de la posibilidad de acondicionar una macrodiscoteca promovida por empresarios del mundo del espectáculo con intereses en Ibiza y Madrid. Sin embargo, los sucesivos planes fueron cayendo como un castillo de naipes
1 comentario:
Una forma muy inteligente de usar un edificio que ya no tiene ningún uso y que tiene una ubicación muy estrategica y que se puede aprovechar bien
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